Los que quieren volver a ser niño

miércoles, 8 de febrero de 2012

Te lo tienes que comer todo o no habrá postre


De pequeña me preguntaba por qué los adultos usaban la expresión "cara de ternero degollado". Un poco cruel y colombiana. Lo primero que se me venía a la mente cuando escuchaba esa frase era la cabeza de un pobre ternero botada en el suelo. Pero entendí después de vieja esa frase despiadada que usaban los adultos. 
Un rostro cálido y tierno con unos ojos más brillantes que el sol, unos labios cerrados pero sin demostrar disgusto. No proviene de un adulto y menos de un joven adolescente. La mirada encantadora con unos ojos brillantes  la recrea un niño.
"Entra ya la casa", "Acuestate ya", "Te lo tienes que comer todo o no habrá postre", "Tienes tarea", pero la frase que más odie pronunciada por mi mamá era "Dejate peinar ese cabello que pareces una escoba". Estas y más frases hacen que un niño ponga cara de "ternero degollado". Esa cara que ablanda hasta el corazón más duro, convence la mente más exacta y logra que el enojo se pinte de humildad. 

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